
El Gobierno de Colombia declaró este miércoles una emergencia sanitaria a nivel nacional ante un brote de fiebre amarilla que ya ha cobrado la vida de 34 personas, según informó el Ministerio de Salud. La enfermedad viral, transmitida por el mosquito Aedes aegypti, ha provocado hasta ahora 74 casos confirmados.
El presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta en X, adelantó el martes la gravedad de la situación y anunció que próximamente también decretará emergencia económica. Atribuyó el avance del virus a la crisis climática, señalando que el aumento de las temperaturas ha permitido que el mosquito transmisor llegue a zonas más elevadas y urbanas, como Bogotá.
“El calor en aumento de la atmósfera ahora hace que el mosquito suba las montañas, pase los páramos y pueda penetrar en las ciudades”, explicó el mandatario.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, indicó que la situación más crítica se vive en el departamento del Tolima, donde se pasó de cuatro a 22 focos activos desde septiembre de 2024. Además, alertó sobre la expansión del virus más allá de zonas tradicionalmente endémicas, como la Amazonía, el Catatumbo y el Chocó.
La respuesta del Gobierno se centra en una campaña de vacunación masiva que ya ha movilizado a más de 80,000 trabajadores de salud. Hasta el momento, cerca de 8,000 personas mayores de 70 años han sido vacunadas. La inmunización está dirigida a la población desde los 9 meses de edad.