
China anunció que, a partir del 10 de abril, aplicará un arancel adicional del 34 % a todos los productos importados de EE. UU., como respuesta a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Además, restringirá las exportaciones de siete materiales de tierras raras, esenciales para la industria electrónica y aeroespacial.
El Ministerio de Comercio chino también incorporará a 16 empresas estadounidenses a su lista de control de exportaciones y a 11 más por su cooperación con Taiwán, lo que les impedirá realizar negocios con China. China llevará el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para defender sus intereses.
La noticia provocó caídas en los mercados internacionales, con importantes pérdidas en las bolsas europeas y una disminución en los precios del petróleo. Esta escalada forma parte de la guerra comercial entre ambas potencias, que comenzó en 2017 con la imposición de tarifas por parte de EE. UU. a productos chinos.