‘Chicago’, el icónico musical de Broadway, celebra 50 años de empoderamiento femenino y éxito escénico.

El aclamado musical ‘Chicago’ cumple este martes medio siglo desde su primera función en Broadway, consolidándose como uno de los espectáculos más emblemáticos y duraderos de la escena teatral neoyorquina. Creado en 1975 por Fred Ebb y Bob Fosse, el musical ha trascendido generaciones con una narrativa provocadora, una estética inconfundible y un enfoque que colocó a las mujeres y sus historias en el centro del escenario.
Basado en la obra homónima de 1926 escrita por Maurine Dallas Watkins, periodista del Chicago Tribune, el musical retrata con mordaz ironía el mundo judicial y mediático de los años 20 a través de las vivencias de mujeres encarceladas por asesinar a sus parejas. Canciones como “All That Jazz” y “Cell Block Tango” se han convertido en himnos del espectáculo y reflejan la fuerza, rabia y sarcasmo con que sus protagonistas narran sus historias, desafiando los roles femeninos tradicionales.
La producción más conocida del musical es el ‘remake’ estrenado en 1996, que revitalizó la obra con una puesta en escena más sobria y oscura, acentuando la atmósfera carcelaria y decadente del Chicago de los años 20, y que continúa atrayendo tanto a turistas como a amantes del teatro local. Esta versión convirtió a Chicago en el segundo musical de mayor duración en Broadway, solo por detrás de El fantasma de la ópera.
A lo largo de sus cinco décadas, ha contado con figuras de renombre en sus papeles principales: Liza Minnelli, Pamela Anderson y Melanie Griffith como Roxie Hart, o Colman Domingo y Patrick Swayze como el abogado Billy Flynn. En su estrategia actual por atraer nuevas audiencias, la obra ha incorporado celebridades como el cantante colombiano Sebastián Yatra y la modelo Ashley Graham en presentaciones especiales.
Más allá de su impacto estético y musical, Chicago se ha destacado por invertir la narrativa dominante de su tiempo al dar protagonismo a voces femeninas, visibilizando sus preocupaciones, contradicciones y anhelos en un contexto históricamente dominado por perspectivas masculinas. Ese enfoque sigue resonando hoy con fuerza en el público contemporáneo, reafirmando el lugar del musical como un clásico atemporal de Broadway.