Si bien, a nadie nos gusta la basura, imaginar el lugar a donde van todos nuestros desperdicios debe ser una pesadilla para la mayoría. Sin embargo, el trabajo que se realiza en el lugar tiene una ciencia y aquí te la explicamos.
Las etapas del relleno sanitario se pueden ver como un pastel, que va capa tras capa de basura separadas por tepetate entre sí. Debajo de todas estas capas de desechos se forman unas lagunas de lixiviados, que son los tóxicos jugos de la basura.
Estos líquidos son presionados por todo el peso que hay sobre estos, basura y tepetate, que terminan por exprimir los desechos y sus lixiviados para que estos líquidos caigan en las fosas o lagunas, donde son expulsados al exterior gracias a dos bombas sumergibles que apoyadas por la energía proveniente de paneles solares. Finalmente, estos aromáticos líquidos llegan a lo que podemos llamar “piscina de evaporación”, para, precisamente, evaporar el agua que en estos se contiene. Y así continúa el ciclo hasta que después de aproximadamente una década deja se dejan de producir estos lixiviados.
Por último, cabe hacer un llamado a la sociedad para crear conciencia y desde casa apoyar con la reparación y reducción de la generación de basura, pues la operación de las toneladas y toneladas de basura que día con día llegan al relleno sanitario es desarrollada únicamente por 29 personas.