Boeing aún investiga qué falló en el incidente de un avión de Alaska Airlines, que pudo haber terminado en catástrofe, dijo este miércoles su presidente, Dave Calhoun, mientras las autoridades de Transporte de Estados Unidos ordenaron la inmovilización de todos los aparatos del modelo involucrado.
En su primera entrevista con medios desde que el pasado viernes 5 ocurrió el evento, Calhoun dijo que la empresa quiere saber cómo se produjo la falla, al tiempo que la compañía Boeing admitió su responsabilidad por el incidente con un avión modelo 737 Max 9 de la compañía Alaska Airlines que perdió parte del fuselaje en pleno vuelo, cuando se dirigía del aeropuerto de Oregón, en Portland, a de Ontario, California.
Imágenes de video del incidente muestran un enorme agujero en uno de los lados del avión de Alaska Airlines y máscaras de oxígeno cayendo en la cabina, que se despresurizó repentinamente.
Calhoun, quien prometió “completa transparencia” sostuvo que un episodio de este tipo “no puede volver a ocurrir”.