Al instar al Congreso a aprobar miles de millones en nuevos fondos para comprar bombas y otras armas y equipo bélico para Ucrania e Israel, el presidente Joe Biden y su equipo han empleado, entre otros, un argumento que hasta ahora ha sido un secreto abierto en este país: la dependencia significativa de la economía sobre las guerras.
Enviamos equipo a Ucrania que está en nuestros arsenales. Y cuando usamos el dinero aprobado por el Congreso, lo empleamos para reabastecer nuestras propias reservas, nuestros arsenales, con nuevo equipo. Equipo que defiende a Estados Unidos y está hecho en Estados Unidos, declaró Biden recientemente. Y detalló: “misiles Patriot para baterías antiaéreas hechos en Arizona; municiones de artillería fabricadas en 12 estados a través del país (incluyendo) Pensilvania, Ohio y Texas”.
Y no sólo es la guerra en Ucrania. Acciones de defensa se benefician de la guerra, anunciaba un titular del Wall Street Journal esta semana, informando que “acciones de fabricantes de armas han superado el desempeño del S&P 500 desde el 7 de octubre”.
Jason Aiken, ejecutivo financiero en jefe de General Dynamics, una de las principales empresas de equipo bélico, comentó al principal rotativo financiero del país que la guerra de Ucrania ya había elevado la demanda por los productos de la empresa. Creo que la situación israelí sólo impondrá aún más presión hacia arriba sobre esa demanda, agregó.
La nueva solicitud de asistencia militar de más de 100 mil millones de dólares adicionales para Ucrania e Israel solicitada por la Casa Blanca, declaró la oficina de presupuesto el lunes, incluye más de 50 mil millones en contratos militares estadunidenses, beneficiando a empresas en casi todos los 50 estados. Por si alguien no entendió el punto, ese mismo día el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se presentó ante los periodistas para explicar que otorgar asistencia militar a Ucrania ha “frenado el avance de Rusia en Ucrania, ayudado a Ucrania a lograr victorias militares significativas… y, al revitalizar nuestra propia base industrial de defensa, ha impulsado y ampliado líneas de producción y apoyado a empleos bien remunerados a través del país”.