Tres semanas después de su llegada al puerto de Lárnaca, en Chipre, finalmente puso zarpar del barco de la organización no gubernamental española Open Arms, que realiza una misión conjunta con el World Central Kitchen, del cocinero español afincado en Estados Unidos, José Andrés, en la que aspiran a abrir un corredor humanitario para socorrer a la población de la Franja de Gaza. La embarcación lleva alrededor de 200 toneladas de comida y agua que están destinadas a atender las necesidades inmediatas de la población palestina que resiste en Gaza ante los ataques indiscriminados del Ejército de Israel.
Open Arms es una organización civil que lleva desde el año 2015 utilizando sus escasos recursos económicos y materiales para socorrer en alta mar a los migrantes que intentan llegar a suelo europeo a través de pequeñas embarcaciones de madera, con las que intentar llegar desde el continente africano hasta algún punto de Europa, sobre todo de los puntos más próximos de España -Islas Canarias, Cadiz o Málaga- o de Italia, sobre todo la isla de Lampedusa. El surgimiento de Open Arms fue a raíz de que en el año 2013 ocurrió uno de los hechos más trágicos de esta zona fronteriza: más de 600 migrantes murieron ahogados en las costas italianas, sin que las autoridades del país y del resto de la Unión Europea (UE) movilizaran sus medios marítimos para intentar socorrerlos.
En esta ocasión, Open Arms decidió actuar sobre otro drama mundial que está en tierra firme: el ataque a la población civil de Gaza, con lo que decidió reunir, junto con la otra organización de ayuda humanitaria, World Central Kitchen, más de 200 toneladas de comida y agua para trasladarlas con su barco hasta la zona del conflicto. Según explicaron ellos mismos en un comunicado, su “objetivo es abrir un corredor humanitario marítimo a Gaza, una nueva vía que permita la entrada continuada de alimentos y enseres de primera necesidad a la Franja. Es una operación de alta complejidad que aliviaría la grave crisis humanitaria que sufre la población civil palestina, que en muchas áreas sigue sin recibir comida ni agua”.