La propuesta de reforma al poder judicial presentada en febrero por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que será debatida por el Congreso en septiembre, ha sido calificada por Bank of America (BofA) como de “muy alto riesgo” para el sector corporativo en México. Según un informe del banco, esta reforma es particularmente preocupante debido a sus “enormes implicaciones en cómo funciona la democracia” en el país.
El análisis de BofA también considera riesgos significativos en relación con otros planes del Ejecutivo federal, como la modificación del estatus de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como la eliminación de organismos autónomos. El banco anticipa la aprobación de estas reformas bajo el denominado “Plan C”, que busca profundizar cambios legales en diversos sectores con el objetivo de beneficiar al país.
A pesar de la volatilidad esperada a corto plazo debido a estas reformas, BofA no ha realizado ajustes en sus portafolios de inversión en México, manteniendo una perspectiva optimista a largo plazo. El informe destaca que la reforma al poder judicial es la más relevante del “Plan C” debido a su impacto potencial en la estructura democrática del país.
Por su parte, Morgan Stanley también ha aconsejado a sus clientes reducir la inversión en ciertas empresas mexicanas, citando la reforma judicial como un factor que podría incrementar las primas de riesgo en México.