En un ataque perpetrado por dos atacantes suicidas en Bannu, Pakistán, al menos nueve personas murieron y 25 resultaron heridas. Los atacantes detonaron explosivos cerca de un muro de una base militar en el noroeste del país, lo que permitió la apertura de una brecha. Posteriormente, entre cinco y seis atacantes intentaron ingresar al recinto, pero fueron repelidos por las fuerzas de seguridad. El ataque ocurrió por la tarde, cuando muchos musulmanes estaban rompiendo su ayuno durante el mes sagrado de Ramadán.
El grupo terrorista Jaish Al-Fursan, vinculado a los talibanes paquistaníes, se atribuyó la responsabilidad del asalto y aseguró que decenas de miembros de las fuerzas de seguridad habían muerto, aunque el ejército no ha confirmado bajas. El hospital de la zona informó que entre los fallecidos había cuatro niños, y que las explosiones dañaron varios hogares cercanos, causando el colapso de techos y paredes.
Los atacantes, que viajaban en vehículos cargados de explosivos, lograron detonar las bombas cerca del muro de la base. El ataque representa el tercer asalto militante en Pakistán desde el inicio del Ramadán. Las autoridades continúan con las operaciones de seguridad en el área para asegurar la zona.