La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma que otorga a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) amplias facultades para investigar delitos y recopilar inteligencia, en un paso que la convierte en una “supersecretaría” encargada de coordinar y dirigir la estrategia nacional de seguridad. Con 441 votos a favor de todos los grupos parlamentarios, el cambio al artículo 21 de la Constitución fue enviado a las legislaturas estatales para su ratificación.
La reforma, impulsada por Morena, busca reforzar el mando civil de la Guardia Nacional, permitiendo que la SSPC no solo formule, sino también coordine y ejecute la estrategia de seguridad pública en todo el país. A través de estas nuevas atribuciones, la dependencia podrá implementar operaciones de inteligencia y colaborar con agencias internacionales para combatir el crimen organizado y reducir los índices de violencia, narcotráfico, secuestro y extorsión.
La oposición, aunque respaldó la reforma, expresó preocupaciones sobre el uso de la nueva facultad para la recopilación de datos de inteligencia, pidiendo garantías de que no se utilizará para realizar espionaje a periodistas, políticos o críticos del gobierno. Durante el debate, algunos legisladores señalaron que la reforma debería ir acompañada de un aumento en el presupuesto, ya que la SSPC tendrá que ejercer estas nuevas funciones con los recursos actuales, en un contexto de recortes previstos para 2025.
Este cambio ha sido calificado como un “cambio revolucionario” por varios actores políticos, entre ellos el exsubsecretario de Seguridad Ricardo Mejía, quien destacó que la SSPC se convierte ahora en la entidad con mayor capacidad y experiencia en investigación criminal del país. A pesar de las críticas, la reforma fue vista por muchos como un paso crucial hacia la modernización de la estrategia de seguridad en México.