Estamos en el mes de los abuelitos, específicamente su celebración es el 28 de Agosto, y las ganas de celebrar de algunos son pocas. Y todo, porque para ellos no hay fiesta ese día, al no tener con ellos a sus nietos ni a sus hijos. Simplemente solos se encuentran y se entristecen al sentirse malqueridos y desprotegidos en esta vida. Llegan a su edad en plenitud y solo buscan ser escuchados, atendidos y protegidos. No piden más, para ellos un abrazo seria lo suficiente para seguir con vida y con ganas de luchar para trabajar y salir adelante. Jorge es padre de tres hijos y diez nietos quienes pocas veces lo atienden. Y cuando no lo ven cáe en depresión. Se siente triste y desconsolado cuando no tiene visitas. Ahora en su vida diaria lucha por salir adelante, al vivir solo. Sin embargo, él no pide se le haga un festejo en su día, sino nada más estar cerca de sus nietos y disfrutar de sus años maravillosos. Porque ahora ocurre algo similar con muchos abuelitos, llegan a esta edad y su depresión los tiene atrapados entre rejas y lloran. Sienten como sus pocas ganas de vivir ya no los motivan a estar alegres.