Alejandro Martínez es un padre de familia que se graduó de la Escuela de Música y por falta de oportunidades de trabajo a causa de su discapacidad visual, se vio obligado a recurrir a uno de los andadores del centro de la ciudad a recibir ingresos para mantener a su familia que de igual manera padecen de ceguera.
Actualmente Alejandro toca la guitarra en compañía de sus hijos de 14, 12 y 10 años, que así como su padre, también tienen la habilidad de tocar un instrumento. Asimismo lo acompaña su esposa de 34 años que también padece de esta discapacidad.
Señala que tiene 12 años intentando buscar una oportunidad laboral, específicamente en alguna instancia de preescolar como maestro de música, además del DIF estatal, y nunca le han dado respuesta alguna excusándose en su discapacidad.
Y como este caso, existen miles de personas en todo Aguascalientes, que por tener alguna discapacidad o por ser de la tercera edad son excluidos social y laboralmente. Es por esto que es necesario que las autoridades escuchen la voz de estas personas, puesto que aún existen muchas ideologías de rechazo por parte de las empresas, además de no contar con una infraestructura adecuada.