Rusia exigió hoy a Estados Unidos la retirada de suelo europeo de sus armas nucleares y reclamó de nuevo garantías de seguridad a la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, reiteró que la Alianza no enviará tropas a Ucrania, pero sí dará todo el apoyo militar necesario.
Por videoconferencia desde Moscú, ya que las sanciones le impiden volar a Ginebra, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, intervino en la Conferencia de Desarme de la ONU, mientras sus ejércitos prosiguen la ofensiva en Ucrania, en la sexta jornada desde la invasión ordenada por Vladímir Putin.
“Para nosotros es inaceptable que, contrariamente a las disposiciones fundamentales del Tratado de No Proliferación de las armas nucleares, las armas nucleares de Estados Unidos sigan estando ubicadas en el territorio de varios países europeos”, dijo.
El jefe de la diplomacia rusa también criticó a la Unión Europea, de la que dijo que “no respeta el derecho fundamental al movimiento, con sanciones ilegitimas y unilaterales”.
Numerosas delegaciones, incluidas las de Ucrania y los países occidentales, abandonaron la sala en momentos que se transmitía por video el discurso de Lavrov, dejando el sitio casi vacío.
Afuera de la cámara, los diplomáticos se reunieron frente a una gran bandera ucraniana y aplaudieron ruidosamente.
Los aplausos se podían escuchar en la sala donde continuaba el discurso de Lavrov con solo unos pocos embajadores presentes, incluidos los de Venezuela, Siria, Yemen y Túnez.
Menos de una hora más tarde ocurrió un nuevo abandono de sala cuando el ministro ruso hablaba por video ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.