La tormenta invernal, conocida como “ciclón bomba”, que azota Estados Unidos con fuertes nevadas y vientos polares ha dejado hasta el momento al menos 23 muertos, 1.7 millones de personas sin electricidad.
En la víspera de Navidad, miles de viajeros quedaron varados por la cancelación de más de 2 mil 300 vuelos y el retraso de otros 5 mil 300, sumado a los casi 6 mil vuelos cancelados un día antes.
La nieve también provocó el cierre de numerosas carreteras, debido a que se volvieron intransitables o muy peligrosas, provocando accidentes mortales.