La corrupción es la manipulación de instituciones políticas, reglas y procedimientos en la producción de recursos y financiamiento por parte de los funcionarios públicos.
Partiendo de este punto, entendemos que la corrupción es un acto ilícito y no se puede estar poniendo a un policía atrás de cada funcionario público para verificar que cumpla adecuadamente con su trabajo y que no sea corrupto, así como no podemos poner un policía detrás de cada ciudadano para impedir que este delinca, explicó Amauri Lara, presidente de la Asociación de Abogados Penalistas.
Lara resalta que al hablar de corrupción de debe hablar de valores y que es precisamente la falta de estos por lo que regularmente escuchamos frases como “el que no tranza no avanza” o en los cambios de gobierno “este es el año de Hidalgo”.
Asimismo, el ideal es que a la hora de contratar a alguien en las oficinas de gobierno se debería de buscar que tenga un perfil adecuado y que no sea corrupto, desgraciadamente cuando la cabeza de una institución ya es corrupta de por sí, de ahí va contaminando a los demás. Y si bien, parte de este ideal es que si tú eres honesto y no estás de acuerdo con este tipo de prácticas, pues hagas algo al respecto o simplemente dejes ese trabajo, pero la realidad es que en la actualidad es muy complicado conseguir un trabajo con un sueldo seguro, motivos por los que muchos permanecen pese a éstas prácticas de corrupción.
Además, es muy difícil confrontar a los corruptos que están en el poder, porque precisamente teniendo en las manos el poder pueden repercutir contra quienes los denuncian y que éstos salgan más afectadas.