México busca apoyo de EE.UU. para frenar reaparición del gusano barrenador con técnica de moscas estériles.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, informó el martes que el gobierno mexicano ha solicitado desde hace meses la colaboración técnica de Estados Unidos para instalar una planta de producción de moscas estériles, como medida urgente para contener el rebrote del gusano barrenador en el sureste del país.
El gusano barrenador del ganado, cuyo nombre científico es Cochliomyia hominivorax, es una larva de mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de mamíferos, como bovinos, perros e incluso humanos. Una vez que eclosiona, la larva se alimenta de tejido vivo, y sin tratamiento adecuado, puede causar la muerte en tan solo dos semanas.
La plaga fue erradicada en gran parte del continente gracias a un programa iniciado por Estados Unidos en 1957, basado en una técnica de control biológico que consiste en la esterilización de moscas macho mediante radiación. En 1972, México y Estados Unidos formaron la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (COMEXA), y en 1976 se construyó una planta en Chiapas con capacidad para producir 500 millones de moscas estériles por semana.
En 1991, los estados del sureste —Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán— fueron declarados libres de la plaga. Sin embargo, el 23 de noviembre de 2024, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) notificó un nuevo caso en un bovino de origen extranjero interceptado en Chiapas, lo que marcó el regreso oficial del gusano barrenador al país.
Desde entonces y hasta abril de 2025, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha confirmado 869 casos de miasis en animales, principalmente en Chiapas (487), seguido de Tabasco (249), Campeche (116), Quintana Roo (13) y Yucatán (4).
La técnica de insecto estéril —avalada por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA)— se considera una alternativa respetuosa con el medio ambiente, ya que interrumpe el ciclo reproductivo sin utilizar pesticidas. El método ha sido respaldado por gobiernos locales, la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el propio OIEA.
Las autoridades mexicanas esperan que la cooperación internacional permita acelerar la instalación de una nueva planta para producir moscas estériles en territorio nacional y así evitar una expansión mayor de la plaga que amenaza la salud animal, la producción ganadera y la sanidad pública.