
A pesar de las recientes exclusiones arancelarias que beneficiaron a productos electrónicos como computadoras, teléfonos y chips, el expresidente Donald Trump prepara nuevos impuestos al sector tecnológico, apuntando a una posible investigación de seguridad nacional enfocada en los semiconductores.
Actualmente, más de 20 categorías de electrónicos importados, en su mayoría desde China, fueron excluidas de los aranceles del 125% impuestos recientemente. El alivio incluye productos como laptops, discos duros y pantallas planas, gracias a una disposición retroactiva al 5 de abril publicada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Sin embargo, esta medida no aplica a aranceles anteriores, como el del 20% impuesto durante la crisis del fentanilo, ni garantiza una estabilidad futura. La administración de Trump advirtió que prepara nuevas sanciones comerciales que afectarían especialmente a chips y semiconductores, productos clave para la infraestructura digital de EE. UU.
“No podemos depender de China para producir tecnologías críticas”, afirmó Karoline Leavitt, portavoz presidencial, justificando la relocalización forzada de la producción a territorio estadounidense.
Empresas como Apple, Nvidia y Taiwan Semiconductor ya están evaluando o iniciando el traslado de sus operaciones de manufactura, anticipando nuevas medidas que podrían reconfigurar el panorama global de la tecnología y tensar aún más la relación comercial con Asia.