
La reciente ofensiva israelí contra Gaza ha causado más de 100 muertes en las últimas horas, según autoridades palestinas. En el ataque, 71 de las víctimas se encontraban en el norte de Gaza, mientras que los demás fallecimientos ocurrieron en diferentes puntos del enclave.
El ejército israelí lanzó múltiples incursiones, incluyendo bombardeos en zonas al este de Gaza, y atacó escuelas que servían de refugio para civiles, dejando al menos 33 muertos y más de 100 heridos. Los campamentos de desplazados en el norte de Gaza también fueron blanco de ataques, aumentando el número de víctimas mortales.
Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, el número total de muertos en Gaza ha superado los 50,500. El ejército israelí asegura haber abatido a más de 250 miembros de Hamas, incluidos altos mandos, y ha destruido más de 600 infraestructuras vinculadas al grupo. Las autoridades israelíes justifican estos ataques como parte de su Operación Orgullo y Espada, cuyo objetivo es rescatar a soldados secuestrados y destruir las capacidades militares y gubernamentales de Hamas.
Por su parte, organizaciones humanitarias advierten sobre los peligros que las municiones sin explotar representan, especialmente para los niños. Estas municiones, que no detonan, siguen siendo una amenaza en Gaza, y se estima que podrían tardar hasta 14 años en ser completamente descontaminadas.
Además, Israel ha anunciado una investigación sobre el ataque contra ambulancias en marzo, que resultó en la muerte de 15 trabajadores hospitalarios.