
Israel ha intensificado sus bombardeos sobre la Franja de Gaza, atacando numerosos objetivos de Hamás. Esta ofensiva es la más violenta desde la tregua de enero y ha causado al menos 200 muertes, según informes oficiales.
El primer ministro Benjamin Netanyahu justificó la agresión asegurando que no se habían logrado avances en las negociaciones para extender el alto al fuego. La sorpresiva escalada ha roto un periodo de relativa calma y ha incrementado los temores de un regreso completo a la guerra, además de poner en duda el destino de los rehenes israelíes que Hamás mantiene en su poder.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha informado que el número de muertos ha ascendido a 404, de los cuales 174 eran niños, 89 mujeres, 109 hombres y 32 ancianos, según los últimos reportes.