
Liz Throssell, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas, calificó el hallazgo en el rancho Izaguirre de Teuchitlán como “un recordatorio profundamente perturbador del trauma de las desapariciones vinculadas al crimen organizado en el país”.
Mediante un comunicado, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU exigió a las autoridades mexicanas realizar una investigación exhaustiva sobre lo que encontró la sociedad civil organizada en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, el cual aparenta haber funcionado como centro de exterminio.
La organización tomó nota del compromiso de las autoridades tanto estatales como federales por examinar las posibles omisiones en la operación inicial de búsqueda.