CASI 200 MUERTOS POR LA OFENSIVA ISRAELÍ SOBRE GAZA, LÍBANO Y SIRIA

La violencia en Gaza, Líbano y Siria continúa escalando, dejando un saldo de casi 200 muertos tras una nueva jornada de bombardeos israelíes. Más de un centenar de víctimas fueron reportadas en Gaza y Líbano, mientras que en Siria el ataque a la histórica ciudad de Palmira elevó el número de muertos a 92. Este recrudecimiento de la violencia llega un día después de que la Corte Penal Internacional emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad.

La situación en Gaza es cada vez más crítica. Los hospitales que aún permanecen operando en el enclave palestino, como el Kamal Adwan, enfrentan una inminente parálisis por la falta de combustible, lo que podría dejar a cientos de pacientes sin atención médica en las próximas 48 horas. La Organización Mundial de la Salud ha expresado su profunda preocupación por la situación de los hospitales, algunos de los cuales han sido atacados repetidamente, como el caso del hospital Kamal Adwan, que fue golpeado nuevamente en un bombardeo israelí.

En Líbano, los bombardeos israelíes en las regiones de Baalbek, Nabatiye y los suburbios sureños de Beirut han dejado al menos 60 muertos en un solo día, y los ataques continúan. La ofensiva israelí está dirigida contra los presuntos sitios de fabricación y almacenamiento de armamento de Hezbollah, que las autoridades israelíes acusan de utilizar a la población civil como escudos humanos. Mientras tanto, en Siria, el ataque a Palmira ha sido calificado por la ONU como uno de los más letales en muchos años.

El conflicto también ha cobrado un alto costo entre los cooperantes humanitarios. Este año, más de 280 trabajadores de la salud y voluntarios han sido asesinados en Medio Oriente, la mayoría en Líbano y Gaza, donde los ataques a instalaciones médicas y ambulancias han aumentado significativamente en los últimos meses. En Gaza, más de 320 cooperantes de la ONU han perdido la vida desde el inicio del conflicto, destacando el sacrificio de estos voluntarios que continúan trabajando bajo condiciones extremas para brindar asistencia humanitaria en medio de la crisis.