Donald Trump ha anunciado el nombramiento de Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como “zar de las fronteras” de Estados Unidos en su próximo gobierno. En una publicación en redes sociales, el presidente electo destacó que Homan estará a cargo de la seguridad fronteriza a partir de su toma de posesión en enero, lo que incluye la gestión de las fronteras sur y norte, así como la seguridad marítima y aérea.
En su nueva función, Homan se enfocará principalmente en la deportación de inmigrantes que se encuentren ilegalmente en el país y representen una amenaza para la seguridad pública y nacional. Durante una entrevista, Homan subrayó que las deportaciones masivas serán una de sus prioridades, y dejó claro que se movilizará a diversas agencias del gobierno para cumplir con el objetivo de expulsar hasta un millón de personas al año.
El exdirector de ICE también dejó claro que, aunque buscará la cooperación de las fuerzas de seguridad locales, el trabajo se realizará con o sin su apoyo. La administración entrante ha prometido que esta operación será una de las más grandes de la historia en cuanto a deportaciones, enfocándose en aquellos considerados como una amenaza para el país.
Sin embargo, esta propuesta ha generado controversia entre los defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes argumentan que el enfoque de Trump sería costoso, divisivo y dañino, con el potencial de separar familias y destruir comunidades enteras.