Israel ha rechazado las propuestas de alto el fuego con Hezbolá, desafiando a sus aliados, entre ellos Estados Unidos, que instaron a un cese inmediato de los combates. La declaración fue realizada por el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, quien enfatizó que “no habrá alto el fuego en el norte” y que continuarán luchando contra la organización terrorista hasta lograr la victoria y garantizar el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares.
Este rechazo ha echado por tierra las esperanzas de un rápido acuerdo, especialmente después de que el primer ministro libanés, Najib Mikati, manifestara su deseo de alcanzar un alto el fuego en un Líbano que enfrenta una crisis humanitaria, con cientos de miles de personas desplazadas en busca de seguridad.
La escalada del conflicto entre Israel y Hezbolá, respaldado por Irán, ha generado preocupación a nivel internacional. Los combates, que se consideran los más intensos en casi dos décadas, se desarrollan en medio de la guerra de Israel en Gaza, lo que aumenta los temores sobre una posible ofensiva terrestre israelí a través de la frontera con Líbano.
A pesar de los llamados de Estados Unidos, Francia y otros aliados para un alto el fuego de 21 días en la frontera, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha indicado que las órdenes para continuar la lucha han sido impartidas a las fuerzas armadas, en línea con la postura más dura de su gobierno.