El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su confianza en que la reforma al Poder Judicial, promulgada el pasado 15 de septiembre, llevará a una mejora significativa en la impartición de justicia en México en un plazo de diez años. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario defendió la propuesta que incluye la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte.
López Obrador argumentó que al ser elegidos por la ciudadanía, los jueces no estarán sujetos a favores de ningún poder político, lo que fortalecerá la democracia en el país. “El juez va a ser nombrado por la gente, no le va a deber el favor a nadie”, enfatizó, subrayando la importancia de este cambio en el sistema judicial.
El presidente también denunció que el actual Poder Judicial está “tomado, atrapado y secuestrado”, y que solo sirve a una minoría y a la delincuencia. Aseguró que la falta de justicia rápida y efectiva se debe a la influencia de grupos poderosos, tanto de la delincuencia organizada como de la elite política, que han manipulado el sistema en su beneficio.
López Obrador concluyó que la reforma busca romper con el esquema de cuotas y componendas que ha caracterizado a la justicia en el pasado, especialmente durante los periodos neoliberales. Según él, es fundamental llevar a cabo esta transformación para que el Poder Judicial recupere su autonomía y sea un verdadero pilar de la justicia en México.
