El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado un nuevo aumento en el tamaño de las Fuerzas Armadas, decretando que el ejército ruso debe alcanzar 1.5 millones de soldados para el 1 de diciembre. Esta decisión, que incrementará el número de efectivos en 180 mil, representa la tercera vez que Putin toma medidas de este tipo desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Con este decreto, el ejército ruso contará con un total de 2.38 millones de efectivos, incluidos los administrativos. La medida sustituye al decreto de diciembre de 2023, que ya había elevado el número de soldados en casi 170 mil, y al aumento de 137 mil efectivos ordenado en agosto de 2022. Desde el inicio de su mandato en el año 2000, el ejército ruso ha pasado de contar con un millón de soldados a casi 2.4 millones para fin de año.
La reciente orden de Putin surge en respuesta a la incursión fronteriza ucraniana en la región de Kursk, que ha evidenciado la vulnerabilidad de las fronteras rusas, protegidas en parte por reclutas. Esta operación ucraniana ha puesto en relieve la incapacidad de Rusia para garantizar la seguridad de su frontera y ha subrayado la necesidad de un ejército más robusto.
El Kremlin, con aproximadamente 700 mil soldados desplegados en Ucrania, ha acelerado el reclutamiento de nuevos soldados para enfrentar la situación en la frontera. A pesar de los esfuerzos rusos, las tropas ucranianas han logrado penetrar territorio ruso desde el 6 de agosto, y Rusia aún no ha logrado expulsarlas.