La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha ajustado a la baja su previsión de crecimiento económico para la región, estableciendo una tasa promedio del 1,8% para 2024, frente al 2,1% proyectado en mayo. Este moderado crecimiento se manifestará en todas las subregiones, con América del Sur alcanzando un 1,5%, Centroamérica y México un 2,2%, y el Caribe (sin incluir Guyana) un 2,6%.
En su informe anual titulado ‘Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024: Trampa de bajo crecimiento, cambio climático y dinámica del empleo’, la Cepal destaca que la región sigue atrapada en una trampa de bajo crecimiento. La inversión insuficiente y la baja productividad laboral contribuyen al estancamiento económico, además de la limitada capacidad interna para implementar políticas de reactivación y la incertidumbre global. Para 2025, se espera un repunte moderado al 2,3%, impulsado principalmente por un desempeño más robusto en América del Sur.
El informe también aborda el impacto de esta trampa de bajo crecimiento en el empleo, revelando que la desaceleración económica ha resultado en una disminución en la tasa de crecimiento del empleo durante la última década. Entre 2014 y 2023, el crecimiento promedio del empleo fue solo del 1,3%, una cifra considerablemente inferior a la de décadas anteriores. La Cepal advierte que el empleo informal, que ha aumentado especialmente entre mujeres, predomina en sectores de baja productividad.
Además, la Cepal alerta sobre el impacto negativo del cambio climático en el empleo. Sin inversiones adecuadas en adaptación y mitigación, se estima que el cambio climático podría causar la pérdida de cerca de 43 millones de empleos, equivalente al 10% de la fuerza laboral regional, con significativas pérdidas en los sectores agrícola y turístico. La Cepal enfatiza la necesidad urgente de fortalecer las políticas de desarrollo productivo y adaptación al cambio climático para abordar estos desafíos económicos y laborales.
