Las tradiciones orales han existido desde la más remota antigüedad y han sido uno de los principales medios para transmitir nuestra historia y cultura. La doctora Marcela López Arellano asegura que en México ha habido mucha más tradición oral que escrita, y no es sorpresa para muchos de nosotros que la gran mayoría de historia que sabemos de nuestros ancestros es porque “la bisabuela le contó a mi abuela, luego mi abuela a mi mamá, mi mamá a mí y yo se lo paso a mis hijos”.
Esta herramienta no sólo es útil para los historiadores como Marcela, sino que para todas las familias, pues conocer nuestros orígenes es indispensable para conocernos a nosotros mismos.
La historiadora asegura que ésta tradición no se ha perdido, pues los abuelos continúan contándonos sus historias, sin embargo, hace falta que las familias nos animemos a escribir estos relatos para que no se pierdan en el tiempo.