El ejército israelí llevó a cabo una nueva oleada de bombardeos contra la ciudad de Jan Yunis, al sur de Gaza, luego de que la víspera ordenó a los civiles que abandonaran varios barrios de esa localidad y de Rafah, una advertencia que suele realizar antes de grandes operaciones militares. Ayer lanzaron una veintena de proyectiles en la zona.
El nuevo éxodo afecta a unos 250 mil palestinos, en un territorio donde 1.9 millones de personas, 80 por ciento de su población, están desplazadas
La Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que las evacuaciones a una escala tan masiva no harán más que aumentar el sufrimiento de civiles y las necesidades humanitarias.
Los civiles palestinos de Gaza se han visto sumidos en un abismo de sufrimiento. Sus hogares destrozados, sus vidas trastornadas. La guerra no sólo ha creado la más profunda de las crisis humanitarias. Ha desatado una vorágine de miseria humana, declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU la coordinadora humanitaria para Gaza, Sigrid Kaag.
La gente se ve ante la imposible elección de tener que reubicarse, muchos de ellos por segunda o tercera vez, en áreas que apenas tienen espacios o servicios; o quedarse en lugares donde saben que habrá fuertes combates, lamentó el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric, en rueda de prensa.