Randal Willars Valdez está entre los nombres a seguir en los Juegos Olímpicos. Pese a su juventud, es una de las nuevas apuestas en los clavados. Ayer, en el cierre de su preparación rumbo a París 2024, el mexicano de 21 años dejó una grata sensación en la Superfinal de la Copa del Mundo de la especialidad.
Si bien Osmar Olvera es la carta fuerte de la disciplina, Randal podría dar la sorpresa en la justa veraniega. Ayer, en Xi’an, China, ratificó la constancia que lo llevó a clasificar a sus primeros Juegos Olímpicos.
Willars Valdez mantuvo ayer el estatus de competidor de excelencia en la plataforma de 10 metros, luego de cerrar la competencia en la tercera posición.
A tres meses de su debut en los Olímpicos, el mexicano, con un total de 492.50 unidades, terminó por detrás del chino Hao Yang (557.50 puntos) y del japonés Rikuto Tamai (531.55).
Nuevamente, Willars realizó el clavado de mayor complejidad. Sin embargo, esta vez el salto de 4.1 grados de dificultad no fue bien ejecutado y recibió malas calificaciones de los jueces.
Así, culmina su etapa de preparación después de dos competencias en el año, en las que logró tres medallas. El resto fueron dos platas en la Copa del Mundo de Montreal, Canadá. Obtuvo una de ellas junto con Kevin Berlín en 10 metros sincronizados.
De esta manera, Randal aportó la tercera presea, tras las dos medallas de plata logradas por Osmar, en sincronizados tres metros con Juan Celaya, y en la prueba individual, y es parte del relevo generacional en el que México tiene depositadas esperanzas de metales.