Protestas estudiantiles que se salieron de control, el abuso de la fuerza policial para contener a los manifestantes, el asesinato de un normalista de Ayotzinapa, la dimisión de dos integrantes del gabinete de Evelyn Salgado Pineda, la remoción de la titular de la Fiscalía General del Estado y la renuncia del encargado de despacho a solo cinco días de su designación, son algunas de las situaciones que han puesto en jaque al gobierno de Guerrero en tan sólo dos semanas.
Ante este desolador panorama, que mantiene a Guerrero en el ojo del huracán, senadores de oposición propusieron la semana pasada la desaparición de poderes en el estado pues consideran que su gobernadora no es capaz de mantener el orden y porque habría sido omisa frente al crimen organizado, el cual ya ganó terreno en la entidad.
La bancada panista fue la que sometió a discusión este punto, pues afirma que el estado se encuentra sumido en una “crisis de violencia, inseguridad, corrupción y desastres naturales en los que la gobernadora no sabe cómo actuar”, por lo que hicieron un llamado a restituir el orden constitucional y público en pro de las familias guerrerenses; sin embargo, la propuesta solo quedó en un acalorado debate, pues la Mesa Directiva no dio trámite a la solicitud.
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido en el poder y al que pertenece Evelyn Salgado Pineda, evidentemente rechazó la exigencia de los panistas. El senador y padre de la gobernadora, Félix Salgado Macedonio arremetió contra la oposición y les echó en cara que no representaban un alto porcentaje en la entidad, “ustedes no existen, no tienen vida ni orgánica ni política en Guerrero”, dijo. Asimismo, negó que en el estado haya una crisis y les pidió que se atrevan a visitarlo y conozcan lo que se está haciendo en conjunto con los tres órdenes de gobierno.
En este mismo tenor se pronunció el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, quien dijo que la propuesta del Partido Acción Nacional (PAN) no es más que un ‘recurso electorero’ porque en realidad Guerrero no está en crisis institucional, pues para que proceda la desaparición de poderes, es necesario que no funcionen el Ejecutivo y Legislativo locales, y que no haya leyes.