Como todos los años desde el 2004, el 20 de julio se celebra el Día Nacional del Bibliotecario, una día para homenajear al personal cuya labor facilita el acceso al conocimiento y la información y colabora en la preservación de la cultura escrita.
“Durante el tiempo que he trabajado en la librería he aprendido mucho, tanto de los propios libros como de las personas que nos visitan”, señaló bibliotecaria de la librería Gonvill.
Sin duda, la tarea del bibliotecario se ha ido modificando con el tiempo pasando de ser simples guardianes de las colecciones de libros a intermediarios entre los usuarios que quieren obtener determinadas obras, como es el caso de esta joven que realiza todo tipo de trabajos, desde recibir y acomodar los libros, hasta tener una interacción directa con los usuarios al hacer recomendaciones dependiendo de sus gustos.
En Aguascalientes las bibliotecas más famosas que existen son las que están ubicadas en el centro de la ciudad, principalmente, como la Jaime Torres Bodet, la Fray Servando Teresa de Mier, Enrique Fernández Ledesma, la Biblioteca Pública Central Centenario-Bicentenario, la José Guadalupe Posada, la Biblioteca Municipal José María Morelos y Pavón, entre otras.
Un dato a destacar, es que la icónica Biblioteca Central Centenario-Bicentenario (actualmente ubicada en el FICOTRECE), en la que anteriormente se encontraba el edificio 33, que más allá de su número, se le conoció como la Casa de Fuerza; fue la encargada de repartir agua y energía por 80 años a más de 800 motores para el ferrocarril.
Con el cierre del ferrocarril en 1999 y la restauración de este hace 20 años, la Casa de Fuerza, con la visión de darle una connotación cultural, se restauró para convertirse en lo que hoy conocemos como la Biblioteca Central Centenario Bicentenario.
Se le llama central por su tamaño, siendo la más grande del estado a excepción de las bibliotecas de la Universidad Autónoma de Aguascalientes; cuenta con 52 mil volúmenes que siguen aumentando gracias a donaciones y está dotada de los sistemas más modernos de capturación.
En ella se encuentra el fondo Alejandro Topete del Valle, nombre del historiador reconocido como el Padre de la historia de Aguascalientes, el cual a mediados del siglo XX comenzó su investigación sobre la historia del estado, dotándonos actualmente con libros, documentos y manuscritos presentes en la biblioteca.