Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar en el que las personas realizan sus capacidades, hacen frente al estrés normal de la vida, trabajan de forma productiva y contribuyen a su comunidad. Es por ello que se considera como el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.
En pocas palabras, se trata de un determinante crucial para nuestro sentir, pensar y actuar en los distintos escenarios de la vida. Una incorrecta salud mental, entre otras cosas, puede provocar depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad, alcoholismo o uso de drogas; la más grave de sus consecuencias es la perdida intencionada de la vida, es decir, el suicidio.
Hasta el momento, van cerca de los 85 suicidios en el Estado, dejando mucho qué pensar: si la en verdad existe una atención a la salud mental adecuada o si las personas continúan infravalorándola. Ambos casos son acertados, pues Nefi Campos, psicólogo y fundador de la Fundación Bienestar Psicosocial, especializada en el tema de suicidio, señaló que al menos en el 30% de los casos de suicidio, familiares y conocidos de la persona fallecida no están al tanto de la situación mental que vivía, además de que desde el inicio de la pandemia, Aguascalientes ha tenido un aumento del 34 % en casos de depresión y ansiedad, así como un incremento del 62% de violencia intrafamiliar.
Asimismo, puntualizó que la salud mental en general está siendo infravalorada ya que tan sólo en México pretenden cerrar los hospitales psiquiátricos, porque “desde la visión del gobierno, las enfermedades mentales se atienden desde casa”