Los osos polares son animales del hielo marino, pero los veranos árticos cada vez más largos les obligarán a pasar más tiempo en tierra firme, donde es poco probable que puedan adaptarse a vivir durante largos períodos e incluso correrán el riesgo de morir de inanición.
Un estudio que publica Nature Communications siguió a 20 ejemplares, con collares con cámaras y GPS, durante tres semanas en tierra, en la región occidental de la bahía de Hudson, donde el calentamiento del clima está afectando probablemente a los osos a un ritmo más rápido que en otras regiones árticas.
Durante el periodo en tierra, cuando no hay hielo marino, las focas polares, de las que consiguen la mayor parte de su energía, están fuera de su alcance.
El estudio sugiere que “los osos no tienen estrategias de comportamiento y energéticas que puedan utilizar para evitar la pérdida de peso durante el verano en tierra, y esta será mayor cuando pasen periodos más largos en ella”, dijo el autor principal de la investigación, Anthony Pagano del Centro de Ciencias de Alaska del Instituto Geológico de Estados Unidos.