Las acciones de Boeing cayeron 7.89 por ciento y cerraron este martes en 200.52 dólares por acción en la bolsa de Nueva York, ampliando las pérdidas de la semana pasada, ya que la inmovilización de algunos aviones 737 MAX 9 en Estados Unidos entró en su undécimo día, mientras que la promesa de la compañía de realizar más controles hizo surgir el espectro de costos adicionales.
Boeing está inmerso en una crisis desde que el 5 de enero un 737 MAX 9 de Alaska Airlines realizó un aterrizaje de emergencia tras reventar un panel de la cabina, tras lo cual la Administración Federal de Aviación (FAA) inmovilizó de forma temporal 171 aparatos para realizar inspecciones de seguridad. Desde entonces el valor de sus acciones acumulan una pérdida de 19 por ciento.
Las acciones del asediado proveedor Spirit AeroSystems, que fabricó el fuselaje del avión afectado, también perdieron 4.38 por ciento, tras hundirse 14.1% la semana pasada.
La FAA dijo el viernes que auditará la línea de producción del MAX 9 y a los proveedores, y que considerará la posibilidad de que una entidad independiente se haga cargo de Boeing en ciertos aspectos de la certificación de seguridad de los nuevos aviones que el regulador asignaba previamente a la compañía.
“Con la FAA examinando más de cerca la producción de Boeing, creemos que el riesgo de impacto en la producción/entrega aumenta significativamente”, dijo Matthew Akers, analista de Wells Fargo, al recortar su calificación sobre las acciones de la firma a “igual ponderación” desde “sobreponderar”.