Luego de permanecer más de dos años en prisión en el Reclusorio Sur, Juan Carlos García Rivera quedó en libertad al ser absuelto por un juez federal del delito de intervención ilegal de comunicaciones agravado, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) no pudo comprobar su responsabilidad en el espionaje telefónico con el software Pegasus.
Ayer se llevó a cabo la audiencia para dictar la sentencia del acusado, donde el juez de control, Luis Benítez Alcántara, tiró todas las pruebas de la fiscalía y absolvió al ex empleado de la firma KBH de supuestamente intervenir las comunicaciones de periodistas, activistas y empresarios entre enero de 2015 y julio de 2016.
No obstante, el impartidor de justicia afirmó que su fallo de ninguna manera debe interferir con la obligación de la fiscalía de seguir investigando el caso, pero esta vez haciéndolo de manera exhaustiva, siguiendo lo establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Apuntó que en su momento “la fiscalía me dijo cuáles eran esos medios de comunicación que fueron intervenidos, pero jamás se me mostró que el teléfono de la víctima tuviera correo activo, fotos o WhatsApp; no se dijo qué tipo de información debía proteger este juzgador porque nunca trajeron el teléfono.
Este juzgador considera que, pese a acreditarse que existió una intervención de comunicaciones con Pegasus, es lamentable no tener el objeto material del hecho.
Al esuchar el fallo, García Rivera abrazo a su esposa, quien estaba en la sala de audiencias y se pusieron a llorar. De acuerdo con funcionarios cercanos al caso, no descartaron que la FGR impugne el fallo.