La propietaria de la bodega de pollo de dónde fueron levantados cuatro trabajadores el pasado 22 de diciembre por un comando armado de La Familia Michoacana, exigió este miércoles protección para ella, su familia y su negocio y demandó a la gobernadora Delfina Gómez implementar acciones urgentes que pongan fin a las extorsiones y a la actividad criminal de este organización delictiva.
En una conferencia de medios que dio al exterior de Palacio de Gobierno, Karina Conteras Salinas, en compañía de familiares de los trabajadores que fueron víctima de la desaparición forzada denunció que desde hace más de tres años, todo el comercio dedicado a la venta de pollo en Toluca es víctima de la extorsión por parte de La Familia Michoacana, y pesar de sin fin de denuncias que existen en la Fiscalía General de Justicia de la entidad, esto no ha parado.
Contreras Salinas dijo que ella ya fue víctima de un secuestro y también su padre, por negarse a pagar el cobro de piso que exige la organización delictiva, además de que le han quemado la bodega de pollo y baleado el negocio donde vende el producto.
Expuso que durante meses llegó a pagar la cuota que se les exigía, que son dos pesos por cada kilo de pollo que venda, y que llegó a pagar hasta 950 mil pesos quincenales, “pero la situación ya se ha vuelto insostenible por eso desde hace meses ya no pagamos nada”.