Los sobrevivientes del terremoto en China, en el que murieron 134 personas según un nuevo recuento, se guarecían este miércoles en tiendas de campaña mientras una ola de frío azota el norte del país.
El terremoto ocurrió la noche del lunes, justo antes de la medianoche, a unos mil 300 km al suroeste de Pekín.
“Las operaciones de búsqueda y salvamento concluyeron ayer”, dijo el miércoles un responsable del servicio de gestión de emergencias de Gansu en una conferencia de prensa.
“La principal misión ahora es atender a los heridos y reubicar a las personas sin hogar”, añadió.
Según la cadena pública CCTV, al menos 134 personas murieron en las provincias de Gansu y de Qinghai, en el noroeste del país. Un anterior balance daba cuenta de 131 fallecidos.
El terremoto, que también dejó cerca de mil heridos según la agencia estatal de noticias Xinhua, es el más mortífero desde 2014, cuando más de 600 personas perdieron la vida en Yunnan (suroeste).
Se vieron a familias refugiadas en tiendas de campaña en el condado de Jishishan, en la provincia de Gansu, cerca del epicentro del terremoto.