Ante ciertos rumores de desparecer el tianguis de la Purísima, debido a las pocas ventas, mismas causadas por la gran variedad de tianguis que existen en la capital, los comerciantes señalan que si se decide quitarlo será un gran problema para ellos puesto que viven de sus ventas y aunque estas no estén del todo bien, con lo poco que venden es “suficiente” para mantenerse así mismos y a sus familias.
Una señora comenta que si las autoridades piensan desaparecerlo, su deber sería moverlos a otro tianguis más concurrido, señalando que “no los pueden desamparar”.