A los hospitales de Gaza les quedan pocas horas de combustible para generadores, en tanto el agua y otras provisiones críticas se han agotado o lo harán en el curso de 24 horas, de acuerdo con Naciones Unidas. Egipto advierte que la ayuda para la franja sitiada está atorada en la frontera, como resultado de que Israel no coopera.
La ONU y grupos pro derechos humanos han suplicado que se abran por completo líneas de vida con Egipto, señalando que el sitio total del enclave por parte de Israel significa que los alimentos, el agua y los suministros médicos están llegando a niveles peligrosamente bajos. Como la única planta de energía de Gaza se apagó hace cinco días, muchos temen que las unidades de cuidados intensivos quedarán a oscuras y que los médicos tendrán que apagar incubadoras y ventiladores al agotarse la provisión de diésel para alimentar los generadores de respaldo.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos comentó que algunos civiles han recurrido a beber agua de mar y agua sucia al agotarse por completo la provisión de líquido potable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que Gaza está a menos de 24 horas de una verdadera catástrofe.
Esto ocurre mientras miles de palestinos se desplazan hacia la frontera sur, entre Gaza y Egipto, para escapar de una probable invasión israelí por tierra en el norte, en tanto cientos de ciudadanos extranjeros también se concentran en el cruce de Rafá.
Además, el primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó que seis británicos han muerto y 10 se encuentran desaparecidos después del pogromo realizado por Hamas en Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió hacer cuanto pueda para liberar a los rehenes capturados por Hamas que, según su gobierno, son 199 y también amenazó a Hezbolá e Irán de que no pongan a prueba a su nación con ataques en la frontera norte con Líbano, entre temores de que el conflicto pudiera extenderse hacia otro frente.