Al continuar con su intensa ofensiva militar en la franja de Gaza, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el dirigente del opositor y centrista Partido de Unidad Nacional, Benny Gantz, anunciaron ayer un acuerdo para formar un gobierno de emergencia y un gabinete de guerra, que se comprometió a aplastar y destruir en su totalidad al movimiento de resistencia islámica Hamas.
Más tarde, Joe Biden instó a Netanyahu a seguir las normas de la guerra, en una jornada en la que el mandatario estadunidense fue desmentido por la propia Casa Blanca de no haber visto o confirmado imágenes sobre la supuesta decapitación de cientos de bebés que el premier israelí atribuye a Hamas.
Y el saldo de la guerra sigue en aumento. En Israel, van más de mil 200 muertos, incluidos 169 soldados, según las fuerzas de seguridad. En Palestina, mil 417 fallecidos y 6 mil 268 heridos, de acuerdo con fuentes de salud.
Al igual que Netanyahu, prometió eliminar al movimiento islamita palestino. Hamas, el Daesh de Gaza, será borrado de la faz de la Tierra.
El anuncio se produce cinco días después de la ofensiva lanzada contra Israel por Hamas desde la franja de Gaza, gobernada desde 2007 por el movimiento islamita palestino.
