Donald Trump, acusado junto con sus dos hijos de haber inflado el valor de sus activos inmobiliarios en la década de 2010, compareció ante el tribunal de Manhattan este martes, en el segundo día de este juicio civil.
Antes de entrar a la sala, el ex presidente volvió a atacar ante la prensa a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, a quien calificó de “muy corrupta” y “extremadamente incompetente”.
Luego se sentó en la sala frente al juez Arthur Engoron, y en presencia de uno de sus hijos, Eric Trump, y de James, que inició la investigación contra la empresa familiar del magnate y dos de sus hijos, Donald Jr y Eric, la Trump Organization.
James reclama a los acusados 250 millones de dólares por daños y perjuicios y la prohibición para el padre y los dos hijos de volver a dirigir una empresa en el estado de Nueva York.
Donald Trump, que amasó su fortuna en el sector inmobiliario y los casinos en los años 80, perdería entonces el control de varios de los edificios emblemáticos de su grupo, como la Trump Tower, en la 5ª Avenida de Manhattan.
El lunes, en el primer día del juicio, Trump dijo ante la prensa que lo que le está pasando “es una farsa” y una “caza de brujas”. “Lo que está ocurriendo aquí es una tentativa de perjudicarme en la elección”, agregó el favorito en las primarias republicanas para volver a la Casa Blanca en las elecciones del próximo año.
Donald Trump siempre ha rechazado las acusaciones y ha intensificado sus ataques contra la fiscal James, una demócrata afroestadunidense a la que ha calificado de “racista”, y contra el juez Engoron, al que califica de “trastornado”.