Al presentar el segundo informe de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró que no hay indicios que permitan suponer que los 43 estudiantes desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, se encuentren con vida y que por el contrario, “todas las declaraciones, testimonios y evidencias indican que fueron arteramente ultimados y desaparecidos”.
Reiteró que este caso fue un crimen de Estado y la verdad histórica construida en la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto constituyó “una segunda desaparición” de los jóvenes.
En este sentido, dio a conocer que el ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón de Lucio -a quien se refirió como el innombrable debido a que por un amparo que tramitó ya no lo puede señalar como “torturador” y como autor de la “verdad histórica”-, reconoció que ésta fue una construcción desde el gobierno federal, a partir de lo que denominó la “junta de autoridades”, que se llevaron a cabo en Los Pinos, y en la zona militar de Iguala y oficinas de la Procuraduría General de la República realizadas durante el 7 y 8 de octubre del 2014.
A pregunta expresa sobre la intención del ex jefe de la Secretaría de Seguridad capitalina de ser jefe de gobierno, Encinas respondió que su nombre aparece dentro de las minutas que forman parte de las investigaciones sobre el caso, como participante en esas juntas de autoridades, por lo que es necesario que se aclare esa situación, lo que corresponderá a la fiscalía especial que investiga los crímenes contra los normalistas.
“Leí una serie de declaraciones que el propio aspirante a coordinar los trabajos de defensa de la Cuarta Transformación y formarán parte de todo el proceso que está desahogando la fiscalía. Todos los que sean requeridos por la fiscalía tendrán que comparecer”, sostuvo.