El día de hoy, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó la ley que prohíbe el cambio de sexo tanto por tratamiento médico como en los documentos de identidad, una decisión que el Parlamento consideró como una medida para proteger de una “degeneración” a niños y adultos, pero que ha provocado alarma en la comunidad transexual.
La ley fue adoptada por unanimidad por los diputados de la Cámara Baja y cinco días después por el Senado, de esta forma en Rusia queda prohibida cualquier intervención médica, tanto quirúrgica como mediante el uso de medicamentos, para el cambio de sexo.
Solo se permitirán las intervenciones médicas relacionadas con el tratamiento de anomalías congénitas, enfermedades genéticas y endocrinas asociadas con la formación alterada de los órganos genitales en los niños tras la decisión de una comisión de expertos.
También quedará prohibida la adopción de niños a las personas que ya hayan cambiado de sexo. Tampoco podrán ser sus tutores o fideicomisarios.
Asimismo, la legislación establece la anulación del matrimonio si uno de los cónyuges se somete a una reasignación de sexo.