La huella ambiental es un indicador que refleja las consecuencias que tiene la actividad humana sobre el medio ambiente, incluyedo los materiales que se usan para fabricar envases y empaques, su proceso de producción, su transporte y los recursos que se emplean.
Al respecto Jaime Torres, director de comunicación de ECOCE, externó “Los materiales no deben ser juzgados sin antes analizar bien su huella ambiental, partiendo desde el ecodiseño de los productos que se fabrican con ellos. Es decir; que no solo estén diseñados para contener un producto, sino también para que puedan aprovecharse una vez que ya no sean útiles para el consumidor. Además, es necesario considerar el impacto durante su proceso de fabricación, transporte y por supuesto, si los materiales son reciclables”.
“contrariamente a lo que se cree, el plástico es el material para fabricar envases y empaques con la huella ambiental más baja, por su ligereza, durabilidad, resistencia y por ser un material 100 % reaprovechable, y con una industria de recuperación y reciclaje en pleno desarrollo.”
Recordemos que reciclaje favorece al medio ambiente de diversas maneras. No solo se aprovechan los materiales que ya tenemos, evitando con ello la extracción de nuevos recursos, sino, además, en su proceso se ahorra agua y energía.
Jaime Torres, agregó que “En el caso los envases de PET, cuando se fabrican a partir de material reciclado, se ahorra hasta 79% de energía, de acuerdo con un estudio realizado por NAPCOR y Franklin Associates en los Estados Unidos, lo que disminuye significativamente la emisión gases de efecto invernadero”.
Sobre el aluminio, y de acuerdo con The Aluminum Association, el uso de dicho metal reciclado reduce la generación de CO2 hasta en 94%, en comparación con el proceso de fabricación de material 100%
virgen.