Ante el juicio político en su contra, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la denominada “muerte cruzada”, que disuelve la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y convoca elecciones generales anticipadas, de modo que gobernará mediante decretos hasta que asuma su sucesor.
En un mensaje dirigido a los ecuatorianos, Lasso anunció esta medida contemplada en la Constitución ecuatoriana de 2008 por “grave conmoción interna y política”, después de haber comparecido e ldía de ayer, ante la Asamblea para realizar su alegato de defensa ante la acusación formulada por la oposición por un presunto delito de peculado.
El mandatario recurrió a la “muerte cruzada” antes de esperar al debate que debía llevarse a cabo en la Cámara para posteriormente votar la moción de censura, en la que se requieren 92 votos para destituir al jefe de Estado, equivalentes a dos tercios del hemiciclo.