Beatriz Flamini, una deportista de elite y alpinista, logró pasar 500 días en total aislamiento en una cueva de Motril, España, a 70 metros de profundidad. Su aventura inició el 18 de noviembre de 2021 y finalizó en la madrugada del viernes pasado.
La cueva permaneció cerrada para evitar la caída de algún animal y la posible entrada de personas que pudieran evitar el objetivo de Flamini, cabe mencionar que la deportista contaba con conexión a Internet solamente para enviar información.
Según la información recabada, se estima que la mujer leyó más de 60 libros y se hidrató con aproximadamente 1.000 litros de agua. Ya en la superficie, Flamini describió la cueva como un lugar seguro pero hostil al ser humano y al cerebro por la falta de referencias y estímulos sonoros.
Flamini afirmó que la experiencia fue algo que eligió, que le causó curiosidad, fortaleza y alegría, por lo que ahora deberá acostumbrarse a su nueva vida en contacto con la sociedad y la luz solar.