Es lamentable pero es la realidad, habitantes del barrio de la estación han perdido el sentido de la audición por el ruido constante del paso del tren junto a sus casas.
De acuerdo con la ley federal de telecomunicaciones, las vías del tren deben tener una distancia no menos de 20 metros a una vivienda. Y aquí no se cumple. De acuerdo con información histórica, primero se construyó el tren y luego llego la mancha urbana. Según datos, el 23 de septiembre de 1897, la Compañía del Ferrocarril Central Mexicano construyó los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante. Esto vino a dar un detonante en el beneficio pasa la clase trabajadora y a los empresarios, quienes se convirtieron en proveedores de madera para esos talleres.
Por lo pronto, el tren circula dentro de la mancha urbana y la primera consecuencia, es la afectación del oído para muchas personas. Hay decenas de viviendas en espera de ser rematadas porque ya no soportan el ruido.